viernes, 7 de septiembre de 2012

DECLARACIÓN SOBRE LA XIII BIENAL DE ARQUITECTURA DE VENECIA


Ante la indignación generalizada que ha provocado el otorgamiento del "León de Oro" en el renglón de mejor proyecto de la Muestra Common Ground (Suelo Común) en la XIII Bienal de Arquitectura de Venecia, el Colegio de Arquitectos de Venezuela hace pública la siguiente declaración:

07/09/2012
AUTOR. Junta Directiva Nacional del CAV

El Premio.

Mediante el subterfugio de la proclamada Arquitectura, el jurado ha otorgado un premio, esencialmente, político. Es evidente que el sofisticado happening para europeos ociosos al que se premia no le permitió otro tipo de valoración. En sus consideraciones, el jurado no menciona ni un solo criterio de orden disciplinar, sea arquitectónico o urbanístico. Se valora, por el contrario, la supuesta creación de "una nueva comunidad" y de "una nueva 'identidad', calificándola de "comunidad espontánea" y de "modelo inspirador". Y en tal sentido, el jurado premia por igual (diríamos, ex-aequo) a "los habitantes de Caracas y a sus familias" y a los arquitectos de la Torre David/Gran Horizonte, que han "reconocido la potencia de este proyecto de transformación". Entendemos, por tanto, que los arquitectos deberán compartir el valioso galardón con los 3.000 habitantes de la Torre también premiados.

El Jurado.

Al otorgar un premio con argumentos de política populista barata, el jurado internacional (cuatro arquitectos europeos y uno estadounidense) ha quedado totalmente en evidencia. No solo muestra su lejanía e ignorancia de los problemas reales de la arquitectura y de los habitantes de nuestros países, y su acercamiento superficial y descontextualizado al drama cotidiano de miles de seres humanos sin hogar, sino que revela como en la civilización del espectáculo hay cabida también para los intelectuales que utilizan para sus propios fines, y hasta rindiendo cínicamente tributo, las condiciones más miserables del hábitat metropolitano. Y hacer esto hoy, en relación a Venezuela, tampoco tiene nada de ingenuo ni inocente.

El Proyecto.

El proyecto premiado, Torre David/Gran Horizonte, que se exhibe en los espacios de la Bienal, tampoco es inocente. Se trata de una arepera De Luxe ("Gran Horizonte") para curiosos y turistas, adornada con fotografías y videos de la "ocupada" Torre. El propósito de esta "puesta en escena", se explica textualmente en el proyecto, sería la de recrear un hipotético restaurant en la terraza de la Torre "donde los visitantes se diviertan, puedan comer y, en general, saborear Suramérica" (!).

Esa Torre, "símbolo del fracaso del neoliberalismo y del auto-empoderamiento de los pobres", presentaría, supuestamente, "un nuevo modelo de vida urbana que da a los ciudadanos una participación más igualitaria en la ciudad". El gran artífice de todo esto no podía dejar de mencionarse: "Chávez no solo tolera sino que ha animado ocupaciones civiles de edificios vacios y otros símbolos de interés privado, como centros comerciales y campos de golf", con el resultado de que "tal populismo empodera al pueblo". Así, la Torre David "permanece como un potente símbolo de cómo la acción directa puede cambiar la exclusividad vertical en redistribución horizontal". Que toda esta cháchara politiquera haya recibido un premio más allá de los sectarios confines en donde el actual gobierno condecora a sus seguidores, solo revela el desvarío de algunos intelectuales europeos que huirían despavoridos si, en lugar del catalejo con que el que aprecian nuestro pintoresquismo tropical, tuviesen que soportar en sus países los abusos y penalidades que hoy sufre la población venezolana.

Los Autores.

Los arquitectos que han realizado esta operación de embellecimiento y banalización de la dramática situación de miles de personas que sobreviven en la "Torre del futuro", como la llaman, saben muy bien lo que están haciendo. En su vocabulario está prohibida la palabra “invasión”: la Torre está "ocupada" o "abandonada", nunca invadida. "Cómo se hizo esa ocupación, ya no nos concierne. ¿Qué hacer ahora con los que están ahí? Eso si nos importa", expone su portavoz con el mayor descaro. "El arquitecto no hace juicios. La responsabilidad del arquitecto o del urbanista no es denunciar, es buscar soluciones (...). Hay que aceptar lo que pasó". El "realismo" cínico de estas expresiones corre parejo al oportunismo sin escrúpulos que pretende convencernos, incluso, de que gracias a su proyecto en la Bienal se inicia el debate nacional sobre la mitad de la población venezolana que malvive en la ciudad informal: ¿ignorancia supina o disparate programado para hacernos olvidar los innumerables estudios, publicaciones, proyectos y realizaciones que desde hace muchos años se adelantan en el país desde universidades, organismos gubernamentales y privados, y oficinas de arquitectura responsables?.

El Gremio.

"Si el debate sobre la Torre contribuye para que el gremio de arquitectos se involucre en este asunto mal o no atendido, habremos logrado el objetivo de la visibilidad en la Bienal". Es decir, que este grupo de filántropos y salvacionistas se presentó a la Bienal de Venecia, en realidad, para lograr el histórico objetivo de que el gremio de arquitectos se involucrase en el tema de las "ocupaciones", como ellos, en su rol de vanguardia arquitectónica, lo hicieron primero...

El Colegio de Arquitectos de Venezuela repudia firmemente el comportamiento frívolo y falseador de quienes han buscado, a cualquier precio y a costa de lo que fuera, el dudoso honor del reconocimiento en el star system de los premios internacionales, y declara que la grosera manipulación de una edificación invadida y de varios miles de refugiados no representa ningún objetivo valido para el gremio y solo sirve para testimoniar, a nivel nacional e internacional, el profundo pozo de descomposición, anarquía y pérdida de valores en que el país se encuentra en la actualidad.

Junta Directiva Nacional del Colegio de Arquitectos de Venezuela
Tomado de www.cav.org.ve del 7 de Septiembre de 2012

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